La violencia de género es una realidad que afecta a miles de personas en España, principalmente a mujeres. El ordenamiento jurídico español contempla una serie de medidas de protección específicas para garantizar la seguridad, integridad y derechos de las víctimas. Conocer estas medidas es fundamental para actuar con rapidez y eficacia desde los primeros indicios de maltrato.
¿Qué se considera violencia de género?
La violencia de género se refiere a cualquier acto violento o agresión, ya sea física, psicológica, sexual o económica, ejercida contra una mujer por parte de quien sea o haya sido su pareja o cónyuge, aunque no haya convivencia. Este tipo de violencia está recogido en la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Principales medidas de protección para la víctima
Una vez denunciada la situación, el juzgado puede adoptar una serie de medidas cautelares para proteger a la víctima mientras se tramita el procedimiento penal. Estas medidas pueden ser:
Orden de alejamiento
Es la medida más habitual. Prohíbe al agresor acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo, o cualquier otro lugar que frecuente. El incumplimiento de esta medida constituye un delito.
Prohibición de comunicación
Consiste en impedir que el agresor se comunique con la víctima por cualquier medio: llamadas, mensajes, redes sociales, correos electrónicos, etc.
Atribución del uso de la vivienda
El juez puede asignar el uso exclusivo del domicilio familiar a la víctima, incluso si no es la titular de la vivienda, cuando convivan con hijos menores o exista riesgo para su seguridad.
Suspensión de la patria potestad, custodia o régimen de visitas
Cuando existen hijos menores, el juez puede suspender de forma cautelar o definitiva los derechos parentales del agresor, siempre que se considere que su relación con los menores supone un peligro para ellos o para la víctima.
Medidas civiles complementarias
En el mismo procedimiento penal se pueden acordar medidas relativas a la pensión de alimentos, custodia, visitas o uso del vehículo familiar, entre otras.
¿Quién puede solicitar estas medidas?
Estas medidas pueden ser solicitadas por:
- La propia víctima.
- El Ministerio Fiscal.
- Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
- Servicios sociales o instituciones de atención a víctimas.
En situaciones de urgencia, se pueden solicitar incluso sin que exista una denuncia formal, mediante comparecencia ante el juzgado de guardia.
¿Dónde se solicita protección?
Las víctimas pueden acudir a:
- Juzgado de Violencia sobre la Mujer, donde se tramitan tanto los procedimientos penales como civiles relacionados.
- Comisarías de policía o Guardia Civil, que remitirán el caso al juzgado correspondiente.
- Oficinas de atención a víctimas, que ofrecen asistencia jurídica y psicológica gratuita.
Medidas de protección policial y social
Además de las medidas judiciales, existen otras herramientas de apoyo:
Dispositivo ATENPRO
Sistema de atención telefónica para víctimas de violencia de género que permite una comunicación inmediata con profesionales especializados, disponible las 24 horas.
Pulseras de control telemático
Se utilizan para controlar que el agresor cumpla la orden de alejamiento. Si se acerca a la víctima, el sistema lanza una alarma inmediata a las autoridades.
Casas de acogida
En situaciones de riesgo extremo, existen recursos de acogida temporal y protección, especialmente para mujeres con hijos.
¿Cuánto duran estas medidas?
Las medidas cautelares se mantienen durante el tiempo que dure el procedimiento judicial. Posteriormente, el juez puede acordar su prórroga o conversión en medidas definitivas en la sentencia.
Recomendaciones legales para las víctimas
- Denunciar lo antes posible. La rapidez puede marcar la diferencia en la protección que reciba.
- Recoger pruebas: mensajes, fotografías, partes médicos, testigos…
- Acudir a un abogado especializado en violencia de género para recibir asesoramiento personalizado.
- No retirar la denuncia sin asesorarse previamente. Puede dejar a la víctima sin protección judicial.
Conclusión
La ley ofrece múltiples herramientas de protección para las víctimas de violencia de género, pero es fundamental conocerlas y activarlas cuanto antes. El acompañamiento legal adecuado permite a las víctimas recuperar su seguridad y avanzar hacia una vida libre de violencia.
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